El Gran Acuario Mazatlán se ha convertido en un importante refugio para cientos de aves rescatadas de situaciones de riesgo, maltrato o tráfico ilegal.
Actualmente, más de 300 ejemplares de diversas especies están bajo cuidado profesional en este centro de conservación, que juega un papel esencial en el equilibrio del ecosistema.
Las aves cumplen funciones ecológicas fundamentales, como controlar plagas, dispersar semillas y contribuir a la reforestación natural.
El Gran Acuario ha desarrollado espacios específicos, como El Nido y La Casa Guacamaya, donde se resguardan y cuidan aves como loros, pericos, guacamayas y pavorreales.
Estas instalaciones se complementan con el recinto de Aves Rapaces y la Casa de las Aves, todos bajo el cuidado de un equipo profesional de veterinarios y cuidadores.
El objetivo del Gran Acuario es preservar la vida silvestre y educar a las nuevas generaciones sobre la importancia de respetar a las aves y su hábitat natural.
La captura ilegal y la domesticación de aves no solo vulneran sus derechos, sino que limitan su función vital en la naturaleza.
Por eso, desde este santuario, se trabaja incansablemente para promover la conservación y el respeto por la biodiversidad