Interés por portar armas, burocracia genera ilegalidad
En el 2021, el número de solicitudes de ciudadanos mexicanos para portación de armas de fuego, aumentaron un 37.6 por ciento en comparación con el 2020, según cifras de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Cabe mencionar que no todas las solicitudes son aceptadas por la Sedena, e incluso, en los últimos años, la expedición de licencias particulares individuales de portación de armas de fuego ha ido a la baja.
El mercado legal de armas de fuego en México no es ni cerca comparable a los registrados en el mercado ilegal ya que, según las estimaciones del gobierno federal, cada año a México entran más de 200 mil piezas de manera ilícita y casi la totalidad de ellas son provenientes de Estados Unidos, actualmente Culiacán, recibe un estimado de 200 armas a la semana.
ABEL JACOBO MILLER, expresó: "definitivamente, México no está preparado ni socio culturalmente hablando como para que ande armado todo mundo, siento que es el desespero también de la gente porque dice que la autoridad no está cumpliendo con su función de darme seguridad, entonces dicen: de alguna manera yo me tengo que defender".
El interés por portar armas de fuego, es principalmente en civiles que temen por su integridad física y se capacitan para saber utilizar un arma de fuego en defensa propia.
En un sondeo realizado por meganoticias, acerca del uso de las armas, los ciudadanos admiten que para poder usarlas se necesita estar capacitados o capacitadas para un uso responsable.
CRISTIAN ABEL, ciudadano, dijo:
"pues depende, yo creo que podría ser un arma de doble filo, que la gente traiga armas porque pues sí hay mucha gente que no está calificada para traerla, pero en mi caso, pues yo creo que sí".
MARISELA, ciudadana, dijo:
"que sepan usarla, pero con uno que no sabe pues no, también es peligro cuando lo tiene uno en su casa y hay niños pues"
El artículo 10 constitucional establece que todos los ciudadanos pueden adquirir un arma para la protección del hogar, sin embargo, los requisitos son muy burocráticos, por lo que, muchos ciudadanos optan por conseguir un arma en el mercado negro.
La corrupción es tal que en Culiacán ex militares e inclusos miembros en activo, ofrecen por 200 mil pesos una credencial y un arma de la Sedena, a pesar de que la ley establece castigos de hasta 7 años de cárcel a quien porte un arma prohibida y hasta 30 a quien las distribuya ilegalmente.