Lo que debería ser un festejo de cumpleaños terminó siendo un funeral. Este lunes se llevó a cabo el sepelio de la maestra Jesamel Rodríguez Zazueta, quien fue asesinada y resultó víctima colateral de una balacera en Nuevo Altata, en Navolato, mientras circulaba junto a su esposo y sus menores hijas de 2 años y 2 meses de edad.
En la funeraria se reunieron compañeros, amigos y familia. Ahí el padre de la víctima, Jesús Adolfo Rodríguez, pidió a los responsables piedad y paz.
"Que paren esta guerra, que se detengan, que haya piedad, que haya conciencia, sobre todo la familia, unidos, con eso tenemos", citó.
Según sus amigos, la profesora se encontraba de incapacidad, por su hija recién nacida, y estaba en la zona con su familia disfrutando los días de maternidad.
Por su parte, los profesores, con un sentimiento de rabia e impotencia, marcharon desde la funeraria hacia el Palacio de Gobierno, para exigir justicia.
Con frases como "Ser docentes no debería costarnos la vida", "Proteger a los maestros es proteger al futuro" y "Ya basta de violencia", los profesores reclamaron.
"Los maestros en todo el estado, nos sentimos desprotegidos, porque de nuestro hogar a las escuelas, estamos con el Jesús en la boca, ya ven lo que pasó".
Al respecto, el titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Óscar Loza Ochoa, expuso que las autoridades deben garantizar la seguridad de los ciudadanos.
"Por otro lado, hay que exigirle a las instituciones, a las autoridades, que cumplan con su deber, nos han costado mucho, nos han costado vida, cárceles y heridos".
Esta docente es parte de las más de 30 personas adultas y 43 menores que han resultado como víctimas colaterales en hechos violentos, de acuerdo con los archivos periodísticos.