En los últimos cinco años, la ciudad de Culiacán ha mantenido un crecimiento urbano constante que continúa extendiendo su mancha urbana más allá de los límites previstos en los planes de ordenamiento.
En las últimas dos décadas, la expansión del uso urbano se expandió 57 kilómetros cuadrados, el pastizal se redujo 71 kilómetros cuadrados, y las mayores pérdidas de suelo fue en el ámbito agrícola, donde se eliminaron 31 kilómetros cuadrados. Además, se perdieron 145 kilómetros de bosque, 6.28 kilómetros cuadrados cada año.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020 el municipio registraba 1, 003, 530 habitantes y una densidad de 158.82 habitantes por kilómetro cuadrado. Proyecciones oficiales del Gobierno del Estado de Sinaloa, estiman que para 2025 la población alcanza 1, 021, 376 personas, lo que representa un crecimiento cercano al dos por ciento en cinco años.
Aunque el aumento poblacional parece moderado, el patrón de crecimiento urbano ha sido principalmente horizontal y disperso, fenómeno que investigadores locales identifican como uno de los principales retos territoriales de Culiacán. En las últimas tres décadas, la ciudad sumó más de 400 colonias nuevas, multiplicando casi por cuatro el número histórico previo.
Emanuel Espinoza Salcido, integrante de la Red Ciudadana Anticorrupción, expuso que hay vacíos urbanos que permiten que se aprueben nuevas colonias sin un dictamen técnico bien regulado, que haya campestres en zonas demasiado cerca de la ciudad, y se venden lotes por particulares cuando todavía no se tiene un permiso, situaciones que están detectables y que el gobierno no está haciendo nada para evitarlo.
"Culiacán está al igual que la mayoría de las ciudades en el estado y el país, está creciendo demasiado horizontalmente, mucho más allá de su población, porque aquí no se crece de manera continua, hay una enorme cantidad de vacíos urbanos, es decir, la ciudad termina en un punto y el ayuntamiento puede aprobar otra colonia a dos kilómetros de distancia de donde realmente termina la ciudad", citó.
El experto en la materia expuso que lo anterior, puede tener repercusiones como perdida de vidas, mancha urbana desordenada, afectaciones ecológicas, económicas, entre otras.
"Las decisiones de gobierno de ciertos temas, afectan directamente la vida de las personas, si se deja que se desarrolle vivienda en colonias inundables o en la ladera de un cerro se puede deslavar, si se permite que se deprede áreas naturales, aumentan las insolaciones, todo ese tipo de cosas, la final alguien dio permiso para que eso pasara".
Lo anterior, también tiene consecuencias de movilidad, la Dirección de Vialidad y Transportes de Sinaloa reconoce que las 56 rutas de transporte urbano que operan en la ciudad mantienen trayectos de hace más de cuatro décadas.
No obstante, la falta de adecuación del espacio público al crecimiento urbano también ha traído consecuencias graves. Según el Plan Avanza 2045, impulsado por la organización Mapasin y el Gobierno del Estado, Culiacán registra una tasa de 9.5 muertes por cada 100 000 habitantes en siniestros viales, siendo peatones y ciclistas jóvenes las principales víctimas.