Empresarios alertaron sobre los efectos adversos que tendría para las micro, pequeñas y medianas empresas la aplicación simultánea de la llamada "Ley Silla" y la posible reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales.
De acuerdo con Julio César Silva, presidente de la Alianza para el Desarrollo y Competitividad de las Empresas (ADEM), la combinación de ambas medidas reduciría la jornada efectiva a 32.5 horas semanales, lo que obligaría a contratar más personal para mantener operaciones, generando un aumento en los costos que muchas mipymes no podrían absorber.
Silva advirtió que este escenario no solo pondría en riesgo empleos, sino que también incentivaría la informalidad, especialmente en sectores con márgenes reducidos. Además, señaló la falta de políticas públicas enfocadas en el fortalecimiento de las mipymes y criticó la rigidez del actual régimen laboral, que no permite contratar trabajadores de medio tiempo sin asumir cargas sociales completas.
El colectivo anunció que comenzará a construir una agenda nacional para impulsar reformas que protejan la viabilidad de las pequeñas empresas mexicanas, buscando abrir espacios de diálogo con autoridades y legisladores a nivel federal.