En México, cada día se pierden 76 mil 712 toneladas de comida. Esta situación ocurre por compras excesivas, sobras en el plato o falta de tiempo para cocinar
Con el objetivo de promover hábitos responsables desde la infancia, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ofrece estrategias para que niñas y niños participen activamente en la reducción de desperdicios.
Un primer paso es involucrar a los más pequeños en la planificación del menú semanal.
Hacer una lista de compras conjunta permite que los niños elijan frutas y verduras que desean consumir, ayudando a comprar solo lo necesario y evitando excedentes que podrían terminar en la basura.
Ajustar las porciones servidas es otra medida clave. Enseñar a las niñas y niños a tomar solo la cantidad que van a comer disminuye significativamente el desperdicio. Además, los alimentos sobrantes pueden convertirse en nuevas recetas.
Cocinar de manera creativa con lo que queda no solo aprovecha los recursos, sino que también fomenta la imaginación y habilidades culinarias de los niños de acuerdo a la institución
Compartir y reutilizar alimentos
La Profeco también sugiere donar o compartir excedentes de comida.
Existen aplicaciones y centros que facilitan estas acciones, asegurando que los alimentos lleguen a quienes los necesitan.
Asimismo, los restos orgánicos pueden transformarse en compost para huertos y jardines, devolviendo nutrientes a la tierra y cerrando el ciclo de producción de manera sostenible.
Conservación y organización
Almacenar correctamente los alimentos es fundamental.
El uso de recipientes herméticos protege contra humedad y contaminantes, mientras que etiquetar los envases con fechas de compra o preparación ayuda a llevar un mejor control de los productos, evitando que se echen a perder antes de ser consumidos.
Reducir el desperdicio de alimentos no solo representa un ahorro económico, sino también un aporte significativo al cuidado del medio ambiente y a la seguridad alimentaria en México. Educar a las nuevas generaciones es clave para lograr un cambio duradero.