Las lluvias del fin de semana volvieron a evidenciar una problemática que persiste desde hace más de 15 años en colonias del sur de la capital. Vecinos de la 12 de Diciembre y el fraccionamiento Hacienda de Tapias denuncian que las calles se convierten en lagunas, imposibilitando el paso de vehículos y peatones.
La acumulación de agua en esta zona no es nueva. Cada temporada de lluvias, los habitantes enfrentan las mismas condiciones: calles sin pavimentar, escaso drenaje y obras incompletas de bacheo que no resisten los primeros aguaceros. A pesar de los reportes constantes, las autoridades no han dado una solución de fondo.
Durante el fin de semana, varias vialidades quedaron intransitables. Algunas familias no pudieron salir de sus viviendas y reportaron afectaciones en entradas, patios y accesos. El lodo y el agua estancada representan además un riesgo sanitario, especialmente para menores de edad que caminan entre el agua para ir a la escuela.
Los vecinos aseguran que han recibido promesas de pavimentación desde hace años, pero las obras no se concretan. Cuando se interviene, sólo se aplican parches de bacheo que se deshacen en pocas semanas.
La falta de infraestructura básica en esta zona ha generado también problemas de movilidad para servicios de emergencia. Ambulancias y patrullas han tenido dificultades para ingresar en días de lluvia, lo que incrementa el riesgo en situaciones urgentes.
El llamado es claro: las colonias afectadas requieren intervención inmediata, no soluciones temporales. La situación no sólo es incómoda, sino peligrosa. Las condiciones en que viven cientos de familias del sur de la ciudad siguen sin respuesta efectiva.
Vecinos preparan una nueva solicitud colectiva para exigir a las autoridades municipales una revisión del estado actual de las calles, la planeación de obras definitivas de drenaje y pavimentación, y un calendario público de ejecución. Por ahora, las lluvias siguen marcando los límites de acceso y habitabilidad en esta zona olvidada de Durango.