1997 es el año frio en la historia en Durango

En el contexto del histórico de temperaturas bajas en el municipio de Durango, es fascinante observar cómo la naturaleza ha dejado huella a lo largo de los años. Uno de los momentos más emblemáticos fue en el año 1997, cuando se registró la temperatura más baja de todos los tiempos: -13 grados centígrados. Este episodio congelante se convirtió en un hito que perdura en la memoria climática del lugar, dejando una marca imborrable en los archivos meteorológicos.

Asimismo, el año 1984 no se quedó atrás, marcando la segunda temperatura más baja en la historia del municipio, con un gélido registro de -10.8 grados centígrados. Estos datos nos transportan a un pasado donde las bajas temperaturas desafiaron a la comunidad y la naturaleza misma, destacando la resiliencia de los habitantes ante condiciones climáticas extremas.

En comparación, el año 2023 tuvo su propia historia fría al marcar una temperatura mínima de -5 grados centígrados. Aunque este dato puede parecer menos impactante en relación con los récords anteriores, la realidad es que este invierno ha dejado sentir su intensidad. La percepción de frío, sin embargo, se atribuye no solo a la temperatura en sí, sino al predominio de un aire que envuelve la entidad, generando una sensación térmica mucho más baja de la temperatura real.

Es interesante observar cómo factores atmosféricos específicos pueden influir en la percepción del clima. En este caso, el aire predominante no solo afecta la temperatura real, sino que también contribuye a crear una sensación de frío más intensa de la que los números indican. Este fenómeno destaca la complejidad de los elementos que conforman el clima y cómo estos pueden influir en la experiencia cotidiana de la comunidad.

Ante estos datos, la comunidad de Durango se encuentra una vez más adaptándose a las fluctuaciones climáticas. La historia de temperaturas bajas actúa como un recordatorio de la importancia de la preparación y la resiliencia frente a las inclemencias del clima. Además, estos registros históricos sirven como valiosa información para comprender la variabilidad climática a lo largo del tiempo y prepararse para posibles eventos extremos en el futuro.