Advierten que aumento al transporte afectaría a las familias

Un eventual incremento a la tarifa del transporte público volvería a impactar directamente en la economía de las familias duranguenses, advirtió el regidor de Movimiento Ciudadano, Alan Espino. Señaló que, pese a que los usuarios pagan más que nunca, el servicio que reciben es cada vez más deficiente.

Espino afirmó que el sistema de transporte en la capital del estado atraviesa "una espiral de deterioro" marcada por unidades en mal estado, rutas insuficientes y una falta de supervisión efectiva por parte de las autoridades. Aseguró que el rezago no solo es evidente en las calles, sino también al compararlo con otras ciudades del país que han logrado modernizar su movilidad sin trasladar costos excesivos a los usuarios.

El regidor citó como ejemplo a Guadalajara y Mérida, donde actualmente operan sistemas con mayor organización, mejor calidad de unidades y esquemas de movilidad más amplios. En ambas ciudades, dijo, las tarifas son más bajas que en Durango: 9.50 pesos en el caso de Guadalajara y 12 pesos en Mérida. "Aquí ya cuesta 13 pesos, con un servicio inferior", señaló. Esto, agregó, deja en evidencia que el aumento constante de tarifas no ha derivado en mejoras para los pasajeros.

Espino recordó que cada cierre de año surge nuevamente la posibilidad de ajustar la tarifa al alza, bajo el argumento de costos operativos y mantenimiento. Sin embargo, consideró que estos incrementos no se reflejan en cambios visibles. Mencionó que persisten las quejas por tiempos de espera prolongados, ausencia de rutas en colonias de la periferia, unidades con fallas mecánicas y falta de un sistema regulador que permita unificar criterios de operación.

"El transporte es deficiente, caro y sin una tarifa unificada. El único que puede defender a los ciudadanos es el gobierno, y no lo está haciendo", expresó. Para el regidor, la discusión sobre un nuevo aumento debe partir de una revisión integral del servicio y de una exigencia a los concesionarios para que cumplan con estándares mínimos de calidad y seguridad.

Sostuvo que antes de pedir más a los usuarios, es necesario demostrar que hay voluntad gubernamental y empresarial para transformar un sistema que, dijo, se ha mantenido estancado durante años.