Un preocupante fenómeno de salud pública se revela en los Centros de Rehabilitación Especializados en Adicciones de Durango: entre enero y mayo de 2025, se han atendido 52 casos de adultos mayores de 60 años con problemas de adicción, lo que representa el 2.59% del total de 2,008 pacientes en tratamiento. Los datos muestran que el alcohol es la sustancia más consumida por este grupo etario, con 38 casos (73.08%), seguido por la metanfetamina (17.31%) y la marihuana (5.77%).
El análisis geográfico revela que estos casos se concentran principalmente en los municipios de Durango capital, Gómez Palacio y Santiago Papasquiaro, zonas que cuentan con mayor cobertura de servicios especializados. Un dato alarmante es que la edad promedio de inicio de consumo de metanfetamina en este grupo se registra a los 42.3 años, lo que sugiere un patrón de consumo prolongado que se agrava con la edad.
Los especialistas en adicciones señalan que este fenómeno en adultos mayores presenta características particulares: muchos casos están relacionados con el consumo solitario, problemas de soledad y la automedicación para enfrentar condiciones propias del envejecimiento. El alcohol, al ser una sustancia socialmente aceptada, suele ser la puerta de entrada a patrones de consumo problemático que pasan desapercibidos durante años.
Ante esta situación, las autoridades de salud han reforzado los programas de detección temprana en centros geriátricos y unidades médicas que atienden a la tercera edad. "Estamos implementando estrategias específicas para este grupo vulnerable, incluyendo terapias adaptadas a sus necesidades físicas y cognitivas", explicó un vocero de los Centros de Rehabilitación.
Este problema de salud pública requiere atención multidisciplinaria, ya que las adicciones en adultos mayores suelen estar asociadas a otros padecimientos crónicos y al consumo simultáneo de medicamentos recetados. Los expertos hacen un llamado a las familias duranguenses para estar atentas a señales de alerta como cambios en los patrones de consumo, deterioro físico inexplicable o aislamiento social progresivo en sus adultos mayores.
La visibilización de este problema busca romper el estigma sobre las adicciones en la tercera edad y promover la búsqueda de ayuda profesional. Las autoridades sanitarias reiteran que nunca es tarde para iniciar un tratamiento y que los centros especializados cuentan con protocolos adaptados para atender las particularidades de este grupo poblacional.