Apicultura en crisis por sequía: cae 50% la producción de miel
La sequía prolongada en Durango no solo ha golpeado a la ganadería. El sector apícola enfrenta una reducción de hasta el 50% en la producción de miel, una caída que amenaza la continuidad de cientos de pequeños productores en varias regiones del estado.
La falta de lluvias ha frenado la floración de las plantas que alimentan a las abejas. Esta situación ha obligado a los apicultores a buscar alternativas de emergencia, como el uso de azúcar para mantener vivas las colmenas. El problema ya es estructural: la sequía se ha extendido por más de tres años sin una recuperación significativa.
Rogelio Soto, presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango, explicó que la apicultura tiene presencia en casi todos los municipios, con actividad relevante en Canatlán, Poanas, Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria, Durango capital y la Comarca Lagunera. Se estima que unos 400 apicultores están registrados formalmente, aunque el mismo número podría operar en la informalidad, sin acceso a apoyos ni canales de comercialización estables.
El sector demanda subsidios urgentes en especie, principalmente sacos de azúcar, para garantizar la sobrevivencia de las abejas durante los meses más críticos. Aunque la producción se ha desplomado, la miel que se obtiene conserva su trazabilidad, lo que permite su colocación en mercados internacionales.
El impacto no solo es económico. La disminución de polinizadores en la región afecta otros cultivos agrícolas que dependen de este proceso natural. La pérdida de colmenas tiene consecuencias en cadena para distintas ramas de la producción rural.
Los productores advierten que, sin apoyos directos y condiciones climáticas más favorables, el riesgo no es solo la caída en la producción, sino la desaparición paulatina de una actividad que ha sostenido a decenas de comunidades rurales en Durango durante generaciones.
