La tormenta invernal que comenzó ayer provocó que la mayoría de los padres de familia decidieran no enviar a sus hijos a la escuela, priorizando su salud ante las bajas temperaturas. Según estimaciones, solo el 20% del alumnado acudió a clases durante la primera jornada del fenómeno climático.
Hoy, la situación empeoró. Las escuelas lucieron prácticamente vacías y, en algunos casos, únicamente dos estudiantes se presentaron. Sin embargo, fueron regresados a sus hogares por indicaciones de las autoridades escolares.
Docentes consultados señalaron que la decisión de los padres fue acertada, ya que las temperaturas extremadamente bajas podrían representar riesgos significativos para la salud de los menores. Asimismo, destacaron que se trató de una medida preventiva razonable ante las condiciones adversas.
En este contexto, la Secretaría de Educación emitió un comunicado oficial en el que aseguró que los estudiantes no serán afectados en el registro de asistencias si los padres optaron por no enviarlos a clases debido a las condiciones climáticas.
Este tipo de tormentas suele causar impactos no solo en la educación, sino también en otros sectores. Las autoridades educativas reiteraron su compromiso de garantizar la seguridad de los estudiantes y recomendaron a las familias mantenerse informadas sobre los reportes meteorológicos y los anuncios oficiales.
Se espera que las clases se reanuden una vez que las condiciones climáticas mejoren. Por ahora, la prioridad sigue siendo proteger a la comunidad escolar frente al frío extremo.