El consumo de drogas entre trabajadores de la industria de la construcción se ha convertido en un problema cada vez más grave, reveló Francisco Salazar, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Durango. En una entrevista reciente, destacó que, aunque las empresas del sector ya han adoptado medidas de supervisión más estrictas, la incidencia de consumo de sustancias ilegales sigue en aumento.
"Ya es un problema grave", reconoció Salazar. "Hemos implementado sistemas de supervisión. No estábamos acostumbrados a tener un coordinador de seguridad industrial, pero ya las empresas adquirimos esa cultura. A veces aplicamos el factor sorpresa con alcoholímetros y también algunos antidopings, y desafortunadamente vemos que cada vez son más las incidencias en el tema de droga".
Lo alarmante, señaló, es que el problema no se limita a los jóvenes. También se ha detectado un alto consumo entre personas mayores de 40 años. En algunos casos, hasta el 40% de los aspirantes a un empleo dan positivo en pruebas toxicológicas. "Haz de cuenta, de 10 personas que les haces el examen para que puedan ingresar a trabajar, tres o cuatro salen positivos", dijo.
Salazar reconoció que aún no se comprende del todo el fenómeno detrás de este aumento en el consumo, aunque sugirió que podría deberse al fácil acceso y bajo costo de las drogas sintéticas. "Ahí sí no sabemos cuál es el fenómeno, ¿verdad? No sabemos si es que las drogas sintéticas son más baratas y por eso tienen tan fácil acceso".
La CMIC ha reiterado su compromiso con la seguridad laboral y la integridad física tanto de sus trabajadores como de los entornos en donde se desarrollan las obras. La implementación de pruebas de control y la presencia de personal especializado en seguridad industrial son parte de las acciones que buscan garantizar espacios de trabajo más seguros y libres de adicciones.