El consumo de alcohol en la vía pública y la conducción en estado de ebriedad siguen en aumento, reflejándose en un incremento de faltas administrativas e infracciones en los retenes antialcohol. Así lo informó el regidor Jorge Silverio, quien destacó que esta problemática ha ido en ascenso en los últimos meses.
Silverio explicó que los retenes antialcohol no tienen como objetivo principal la detención de conductores, sino aplicar las sanciones correspondientes para reducir los riesgos de accidentes. Sin embargo, en muchos casos, las personas son detenidas porque ya no están en condiciones de manejar debido a los efectos del alcohol.
El aumento en las infracciones refleja una preocupación constante por la seguridad vial. Conducir bajo los efectos del alcohol pone en riesgo no solo al conductor, sino también a peatones y otros automovilistas. Los operativos buscan reducir estos incidentes y evitar accidentes que puedan tener consecuencias graves.
Otro factor que ha influido en la efectividad de los retenes es la disminución de los grupos de WhatsApp donde se compartía la ubicación de estos operativos. Silverio señaló que esta práctica ha ido desapareciendo, lo que ha permitido que los controles sean más efectivos. Destacó la importancia de que los ciudadanos comprendan que los retenes no buscan afectar a los conductores, sino prevenir accidentes y salvar vidas.
Las autoridades hacen un llamado a la población para generar conciencia sobre los riesgos del consumo irresponsable de alcohol. Además de las sanciones económicas, conducir en estado de ebriedad puede derivar en la suspensión de la licencia e incluso enfrentar consecuencias legales en caso de un accidente.
El refuerzo de los operativos busca disminuir los índices de incidentes relacionados con el consumo de alcohol. Las autoridades seguirán implementando medidas para garantizar que las calles sean más seguras y que quienes infrinjan la ley enfrenten las consecuencias de sus actos.
La seguridad vial es una responsabilidad compartida. Respetar las normas y evitar conducir bajo los efectos del alcohol no solo es una obligación legal, sino también una acción necesaria para proteger la vida propia y la de los demás.