En Durango persiste un aumento en los riesgos asociados al uso cotidiano de herramientas digitales y la constante exposición de datos personales, situación que afecta a usuarios de todas las edades. El problema se manifiesta principalmente a través de llamadas de números desconocidos, intentos de extorsión y solicitudes fraudulentas de información. Uno de los casos recientes es el de Derek, quien recibe llamadas frecuentes de desconocidos desde mediados de junio y julio, en las que intentan obtener datos o presionarlo mediante mensajes engañosos, reflejando cómo cualquier ciudadano puede convertirse en blanco de este tipo de prácticas.
La situación se agrava porque gran parte de la vida diaria se realiza actualmente en entornos digitales. Actividades como agendar citas, almacenar contactos, gestionar recordatorios, adquirir productos o alimentos e incluso solicitar transporte permiten que ciertos datos personales queden expuestos en diferentes plataformas. Derek describe cómo, al registrarse en sitios o aplicaciones, se le solicita nombre, número telefónico y otros datos que pueden quedar vulnerables si no se protege adecuadamente la información. Este contexto está generando una creciente preocupación entre especialistas y autoridades que advierten sobre la facilidad con la que terceros pueden obtener datos sensibles.
Estadísticas de protección digital para 2025 indican que los adolescentes y los pueblos originarios son quienes presentan menor protección de su privacidad en línea. Los registros muestran que solo 19% de adolescentes y 17% de personas indígenas configuran la privacidad de sus perfiles, mientras que apenas 8% de jóvenes revisa los términos y condiciones de las aplicaciones que utiliza. La mayoría comparte nombre completo, fecha de nacimiento, ubicación geográfica e incluso datos financieros. Las mujeres presentan mayor conciencia en comparación con otros grupos, aunque también comparten rutinas diarias que incrementan su vulnerabilidad. Reyna, otra ciudadana entrevistada, señala que documentos como identificaciones oficiales no deben enviarse por mensajes, ya que pueden utilizarse para suplantación de identidad, por lo que ella evita el envío de estos documentos vía electrónica.
Ante estos riesgos, las autoridades reiteran la importancia de adoptar medidas preventivas adecuadas. Para adolescentes se recomienda mantener la privacidad en perfiles restringidos y evitar compartir ubicación en tiempo real. Los adultos mayores deben abstenerse de enviar documentos o datos sensibles mediante aplicaciones de mensajería. Para mujeres en situación de mayor vulnerabilidad se sugiere desactivar metadatos de ubicación en fotografías y limitar la información que se publica sobre actividades cotidianas. Según proyecciones oficiales, durante 2025 Durango podría registrar aproximadamente 2,400 casos de robo de identidad y cerca de 1,800 extorsiones telefónicas, lo que representaría un impacto económico estimado en 45 millones de pesos. Estas cifras subrayan la necesidad de reforzar la protección de datos personales y adoptar hábitos digitales más seguros.