Este 30 de abril se conmemora el Día Internacional del Perro Guía, una fecha que visibiliza la importancia de estos animales entrenados como herramienta fundamental para la movilidad e independencia de personas con discapacidad visual. Sin embargo, en Durango, el uso de perros guía es prácticamente inexistente.
De acuerdo con asociaciones locales que trabajan con personas ciegas o con baja visión, actualmente no se tiene conocimiento de que exista algún usuario de perro guía en el estado. Aunque se reconoce su eficacia y seguridad, su ausencia en la entidad se debe, principalmente, a dos factores: el alto costo y la falta de cultura inclusiva.
En otros estados, como Ciudad de México o Veracruz, existen fundaciones que entrenan perros guía de manera gratuita, pero tener uno implica también gastos permanentes: espacio en casa, alimentación adecuada, vacunación y atención médica. Todo ello representa un compromiso económico significativo que no todos pueden asumir.
A esto se suma la falta de conocimiento y cumplimiento de la ley por parte de la sociedad. Aunque la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad establece que los perros guía deben tener acceso a cualquier establecimiento público o privado, en muchas ocasiones ?incluso en otros estados? las personas con discapacidad visual son discriminadas y se les niega el ingreso a centros comerciales, restaurantes o transporte público.
El proceso de entrenamiento de un perro guía es complejo. Generalmente, se utilizan razas como el labrador, debido a su inteligencia y docilidad. Los animales reciben adiestramiento profesional durante meses, primero de manera individual, y luego se les introduce a la rutina de la persona que los utilizará como guía, a través de un periodo de adaptación. Una vez que el perro cumple su ciclo útil como guía, se entrega en adopción a una familia para vivir como mascota.
La inexistencia de perros guía en Durango evidencia la necesidad de una campaña informativa que promueva su uso y concientice sobre los derechos de las personas con discapacidad visual. La inclusión no debe quedar al criterio de los establecimientos, sino garantizarse por ley.