Bajan precios de alimentos, pero comerciantes prevén diciembre complicado local

Un alivio en el precio de los alimentos se asoma para los hogares duranguenses, pero llega acompañado de la sombra de una temporada comercial débil. Mientras el campo sinaloense regala una cosecha abundante que promete abaratar la canasta básica, los comerciantes del Mercado de Abastos miran con pesimismo hacia diciembre, sabiendo que los precios bajos no serán suficiente para contrarrestar el fantasma de la inseguridad y los bloqueos carreteros.

El secretario general del Mercado Francisco Villa, Reynaldo Dozal, confirmó que los precios de varios productos perecederos comenzarán a disminuir de manera considerable en las próximas semanas. Esta baja responde directamente a la cosecha en el vecino estado de Sinaloa de cultivos clave como tomate, cebolla y ejotes, los cuales llegarán en mayor volumen y a un mejor costo, ofreciendo un respiro a la economía familiar durante el último tramo del año.

Sin embargo, esta noticia positiva viene matizada por un pronóstico pesimista para los propios vendedores. A pesar de poder ofrecer precios más bajos, los comerciantes esperan que la temporada decembrina sea difícil en términos de ventas. La confianza del consumidor se ha visto mermada y el poder adquisitivo sigue bajo presión, factores que podrían impedir que la baja en los precios se traduzca en un aumento significativo en el movimiento comercial.

Un obstáculo aún mayor lo representan los bloqueos en las principales carreteras del país y el clima de inseguridad reinante. Los comerciantes del Mercado de Abastos han sido afectados severamente por estas interrupciones, que no solo elevan costos y retrasan la mercancía, sino que han derivado en hechos de violencia directa contra los transportistas y los propios locatarios, generando pérdidas económicas y un constante estado de zozobra.

Esta combinación de factores pinta un escenario complejo para el sector. Mientras las familias podrán acceder a alimentos más baratos, la cadena que los lleva hasta el mercado opera bajo una presión extrema, lidiando con riesgos logísticos y de seguridad que amenazan la viabilidad misma de su negocio en la temporada que debería ser la más redituable del año.