Buscan invidentes generar empatía. Oscurecen a muchos.
Durango vivió hoy una experiencia reveladora en la Plaza de Armas, donde ciudadanos tuvieron la oportunidad única de adentrarse, aunque brevemente, en el mundo de las personas ciegas. Armados solo con un bastón y los ojos cubiertos por una venda, los participantes fueron guiados por expertos en una iniciativa que busca fomentar la comprensión y la empatía hacia las dificultades que enfrentan a diario quienes viven sin visión.
El evento, organizado por el Centro de Capacitación para Invidentes (CECAPI), tuvo lugar frente a la Catedral de Durango, convirtiendo el corazón de la ciudad en un espacio de aprendizaje y sensibilización. Alumnos y profesores de CECAPI extendieron la invitación a todos los transeúntes, desafiándolos a experimentar la realidad de la ceguera por unos momentos.
La actividad no solo buscaba ilustrar los retos físicos a los que se enfrentan las personas ciegas en su día a día, sino también romper barreras invisibles de incomunicación y prejuicio. "La empatía es algo que va a cambiar la realidad de las personas con alguna discapacidad", afirmaron desde CECAPI, enfatizando la importancia de ponerse en el lugar del otro para construir una sociedad más inclusiva.
Este evento en la Plaza de Armas de Durango se erige como un recordatorio poderoso de la capacidad de la comunidad para unirse en la comprensión y el apoyo mutuo. A través de esta vivencia, los participantes no solo ganaron una perspectiva sobre los desafíos de vivir sin visión, sino que también contribuyeron a tejer una red más solidaria y consciente en torno a las personas con discapacidad.
En definitiva, la jornada dejó una huella indeleble en los corazones de quienes se atrevieron a cerrar sus ojos para ver más allá de lo visible, demostrando que la verdadera empatía comienza cuando estamos dispuestos a experimentar el mundo desde la perspectiva del otro.