El director del Instituto de Panteones Públicos de Durango, Gerardo Almeraz Magallanes, informó que se impulsa una iniciativa para que el Panteón de Oriente sea considerado patrimonio cultural del estado y, eventualmente, patrimonio cultural de la humanidad. El objetivo es fortalecer su preservación y reconocer el valor histórico y artístico de las piezas creadas por el maestro Benigno Montoya, cuya obra forma parte del Museo de Arte Funerario ubicado dentro del cementerio.
Almeraz Magallanes explicó que esta propuesta se sustenta en la riqueza arquitectónica del panteón y en la relevancia del acervo escultórico que alberga, considerado uno de los más representativos del arte funerario en la región. Subrayó que el reconocimiento permitiría acceder a procesos de conservación más amplios y garantizar la protección del sitio a largo plazo.
El anuncio se realizó en el marco del Primer Simposium de Arquitectura y Arte Funerario 2025, que reúne a especialistas nacionales en la materia. Entre ellos participó Gerardo González Lupian, experto en arte funerario, quien realizó un recorrido por las instalaciones y destacó el buen estado del Museo Funerario a pesar del paso del tiempo.
Durante la visita, González Lupian señaló que el Panteón de Oriente conserva "joyas arquitectónicas muy importantes", tanto por su diseño como por el valor artístico de sus monumentos. Consideró que estas características hacen del lugar un candidato viable para obtener reconocimientos patrimoniales de mayor alcance.
El funcionario municipal agregó que el simposium busca generar nuevas miradas académicas hacia la arquitectura funeraria, así como impulsar acciones de conservación que permitan mantener en óptimas condiciones el museo y las obras de Montoya, cuya aportación forma parte central de la identidad histórica del panteón.
Almeraz Magallanes afirmó que se trabaja en integrar expedientes y documentación técnica que respalde la solicitud de declaratoria. Aseguró que, además del valor artístico, el Panteón de Oriente tiene un peso significativo en la memoria colectiva de la ciudad, por lo que su protección es una prioridad para la administración municipal.