El campo en Villa Montemorelos atraviesa una crisis severa. La sequía, la falta de recursos, las plagas y la ausencia de apoyos han dejado a los productores en una situación insostenible. La mayoría de las familias de esta comunidad dependen de la agricultura, pero la siembra de maíz ya no es rentable.
Los productores venden el kilo de maíz a 4 pesos, mientras el kilo de tortillas se comercializa en 21 pesos. Para sembrar, deben invertir cerca de 50 mil pesos por temporada, pero sin respaldo gubernamental, han recurrido a préstamos para mantenerse a flote. Cada ciclo agrícola representa más deudas y menos ingresos, sin una solución a la vista.
En Durango, el precio por tonelada de maíz es de 6,000 pesos, pero los intermediarios pagan solo 4 pesos por kilo al productor, afectando sus ganancias. La producción anual alcanza 550,000 toneladas en 110,000 hectáreas, con un valor de 3,300 millones de pesos. Sin embargo, el coyotaje provoca pérdidas de 1,650 millones de pesos y afecta 275,000 hectáreas, reduciendo significativamente los ingresos de los agricultores.
La falta de apoyo ha llevado a muchas familias a replantearse su futuro en el campo. Sin subsidios, sin precios justos y con un clima cada vez más adverso, la actividad agrícola se vuelve insostenible. Los productores advierten que, de continuar así, la crisis en el campo solo se agravará y muchas tierras quedarán improductivas.
El llamado al gobierno es claro: se necesitan medidas urgentes para garantizar precios justos y apoyos efectivos. De lo contrario, la agricultura en Villa Montemorelos, y en muchas otras comunidades, podría estar en riesgo de desaparecer.