Cinco meses sin Jesús González: familia duranguense exige respuestas a Sinaloa

El caso de Jesús González continúa siendo motivo de angustia para su familia, quienes, a casi cinco meses de su desaparición, siguen sin obtener respuestas claras sobre su paradero. Jesús, un joven originario de Durango, desapareció el 22 de mayo de 2025 en Mazatlán, Sinaloa, luego de haber acompañado a su novia al vecino estado. Desde entonces, no se ha vuelto a saber nada de él, pese a los esfuerzos de búsqueda realizados por sus familiares y el llamado constante a las autoridades para que intensifiquen las investigaciones.

De acuerdo con el testimonio de su madre, la señora Carolina Ávila, el último contacto que tuvo con su hijo fue el mismo día de su desaparición. Ella relató que Jesús viajó en su automóvil particular hacia Mazatlán, con la intención de regresar a Durango ese mismo día, sin embargo, nunca volvió a casa. Desde entonces, la familia emprendió una búsqueda incansable, presentando la denuncia correspondiente ante las autoridades sinaloenses y solicitando apoyo en Durango, sin que hasta el momento se haya logrado algún avance significativo en las investigaciones.

La señora Carolina ha manifestado públicamente su frustración y dolor ante la falta de resultados. Entre lágrimas, ha señalado que las autoridades no le han brindado el acompañamiento que esperaba, argumentando que el caso de su hijo no se considera como una desaparición forzada. Esta clasificación, explicó, ha limitado el apoyo que recibe de ciertos colectivos y de instancias dedicadas a la búsqueda de personas desaparecidas. A pesar de ello, Carolina no ha dejado de acudir a cada convocatoria y de levantar la voz en nombre de su hijo.

Durante estos meses, familiares y amigos de Jesús han colocado carteles con su fotografía en distintas zonas de Mazatlán y Durango, con la esperanza de obtener alguna pista que ayude a localizarlo. También han recurrido a redes sociales, donde el caso ha generado solidaridad y respaldo ciudadano, aunque sin resultados concretos.

El caso se ha convertido en un símbolo del dolor de muchas familias que enfrentan procesos similares, al quedar atrapadas entre la burocracia y la indiferencia institucional. La madre de Jesús ha insistido en que no busca culpables, sino respuestas, y sobre todo, el regreso de su hijo. Mientras tanto, la familia González Ávila mantiene viva la esperanza y reitera su llamado a las autoridades de ambos estados para que redoblen esfuerzos, revisen las líneas de investigación y no permitan que el caso de Jesús González se sume a la larga lista de desaparecidos que aún esperan justicia en México.