Clausuran bombas de gasolina en operativos de PROFECO y GN en Durango

La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), en coordinación con la Guardia Nacional, realizó operativos de verificación en diversas estaciones de servicio en Durango capital, con el objetivo de comprobar que se despacharan litros completos de combustible.

Durante los recorridos, se registró la clausura de bombas en al menos tres ubicaciones: una estación en la salida a Mazatlán, otra sobre la avenida Cuauhtémoc y 5 de Febrero, y una más en el cruce de Fanny Anitúa con Negrete. Las acciones se llevaron a cabo como parte de un operativo federal y sin previo aviso.

La presencia de elementos de la Guardia Nacional llamó la atención de los ciudadanos, quienes observaron el despliegue durante las inspecciones. Aunque la participación de fuerzas federales no es común en este tipo de revisiones, su presencia respondió al acompañamiento logístico y de seguridad que exige este tipo de operativos cuando existe sospecha de irregularidades o se anticipa resistencia por parte de los concesionarios.

Las estaciones clausuradas presentaron irregularidades en el despacho de combustible, según los primeros reportes de PROFECO. Las bombas señaladas fueron inmovilizadas con sellos oficiales y se iniciaron procedimientos administrativos para determinar las sanciones correspondientes.

Este tipo de operativos busca proteger a los consumidores de prácticas engañosas y garantizar que el producto adquirido corresponda con el pago realizado. Aunque no se detalló cuántas estaciones fueron revisadas en total, la autoridad federal aseguró que los recorridos continuarán en otras zonas de la ciudad.

PROFECO recordó a la población que puede denunciar cualquier irregularidad en estaciones de servicio a través de sus canales oficiales, y que la inmovilización de bombas no implica el cierre total de las estaciones, sino la suspensión de los equipos específicos donde se detectan anomalías.

Las acciones realizadas también se enmarcan en los esfuerzos nacionales por reforzar la vigilancia en sectores estratégicos de consumo masivo, como el combustible, donde se han detectado prácticas sistemáticas que afectan directamente al bolsillo de los ciudadanos.