En Durango se ha registrado un aumento en el precio de la carne de res, puerco y pollo, acompañado de cuestionamientos sobre su calidad. El presidente de la Cámara de Comercio del Sector Social, Teófilo Cháirez, señaló que gran parte de la carne que se comercializa en la entidad proviene de países como Brasil, Uruguay y Paraguay, lo que, según afirmó, ha generado preocupación entre comerciantes y consumidores.
Cháirez explicó que, de acuerdo con reportes del sector, cerca del 60 por ciento de la carne importada corresponde a proteína animal, mientras que el resto es agua, debido a procesos de inyección aplicados a los animales antes de su sacrificio. Esta práctica, sostuvo, afecta directamente a la calidad y al valor real del producto que llega a la mesa de los duranguenses.
El dirigente cuestionó también la falta de controles claros en materia de etiquetado. A diferencia de otros productos de consumo diario que sí deben portar información detallada sobre su origen y componentes, dijo que en la carne importada no existen regulaciones visibles para el consumidor. "No se entiende por qué, si se exige un etiquetado estricto en varios alimentos, en el caso de la carne no ocurre lo mismo", expuso.
En este contexto, Cháirez recordó que la apertura de fronteras al ingreso de carne sudamericana se dio durante administraciones federales anteriores y que, a su juicio, no ha existido un seguimiento adecuado sobre la calidad de estos productos. Advirtió que los consumidores locales terminan pagando más por un alimento que no necesariamente cumple con estándares de inocuidad.
El líder de la Cámara de Comercio del Sector Social subrayó que los comerciantes enfrentan complicaciones al momento de explicar a sus clientes las variaciones de precio y las diferencias en la calidad de la carne. Por ello, consideró necesario que las autoridades federales establezcan verificaciones más estrictas y garanticen que los productos cárnicos que ingresan al país ofrezcan condiciones adecuadas para el consumo humano.
Mientras tanto, los consumidores en Durango resienten el incremento en el costo de la canasta básica, donde la carne ocupa un lugar central, y demandan información más clara sobre lo que adquieren.