En Durango, el comercio formal atraviesa días complicados. Mientras algunos negocios reportan ventas estables o ligeros incrementos, otros confiesan que apenas logran cubrir gastos. Las calles del Centro Histórico conservan su movimiento habitual, pero detrás de los mostradores la realidad es distinta: los clientes entran, miran, comparan? y, con frecuencia, se marchan sin comprar.
En el mercado de abastos y entre comerciantes del centro, la percepción coincide: la reciente Feria Nacional de Durango no generó el repunte esperado. Por el contrario, dejó bajas ventas. Locatarios señalan que el flujo de visitantes se concentró en el recinto ferial, restando actividad a otras zonas comerciales. Algunos apenas recuperaron lo invertido en mercancía, mientras otros cerraron la temporada con pérdidas.
Las cifras respaldan estas sensaciones. De acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio, en el primer semestre de 2025 las ventas formales cayeron 7 % en comparación con el mismo periodo de 2024, afectadas por la disminución en el envío de remesas y una menor liquidez general. En enero, el sector restaurantero registró descensos de hasta 40 %, y durante la propia Feria Nacional varios expositores reportaron no haber alcanzado ni la mitad de lo necesario para cubrir sus costos.
En contraste, giros de alimentos y abarrotes han resistido mejor, favorecidos por la demanda constante y el crecimiento de pagos con tarjeta, que ya representan alrededor del 70 % de las transacciones. Aun así, en el Centro Histórico las ventas han llegado a caer hasta 30 % en temporadas consideradas altas, principalmente por el traslado de eventos y actividades al recinto ferial.
El panorama para la recuperación económica del comercio duranguense es desafiante. El turismo y las festividades ya no garantizan un flujo sostenido de ingresos, mientras que la competencia de plataformas digitales incrementa la presión sobre los negocios tradicionales. Entre vitrinas repletas y cajas medio vacías, los comerciantes esperan que la segunda mitad del año traiga más que simples visitantes curiosos: ventas reales que fortalezcan al corazón económico de la ciudad.