En el estado de Durango, la Secretaría de Agricultura y Ganadería ha iniciado acciones para combatir y prevenir una plaga de chapulines que está afectando principalmente los municipios de Canatlán, Pánuco de Coronado y Durango capital. Esta plaga ha comenzado a impactar cultivos de frijol, un producto clave en la producción agrícola de la región. Las autoridades informaron que hasta el momento se han identificado aproximadamente 5 mil hectáreas afectadas, de las cuales cerca de 2 mil se encuentran en la capital del estado. Ante esta situación, los trabajos de atención comenzaron de manera inmediata con brigadas de técnicos agrícolas y personal especializado que realizan recorridos constantes en las zonas afectadas.
La presencia del chapulín en los cultivos representa una amenaza para la producción de frijol de este año, ya que este insecto se alimenta de las hojas, tallos y brotes de las plantas, debilitando su crecimiento y reduciendo su rendimiento. A pesar de ello, los agricultores y autoridades mantienen la expectativa de que la afectación será menor si se continúa con el control oportuno y se mantiene una vigilancia constante en las áreas de cultivo. Se están utilizando métodos de control biológico y químico, dependiendo del nivel de infestación detectado, priorizando el uso responsable de plaguicidas para evitar daños colaterales al ecosistema.
Los trabajos de control se desarrollan desde hace varios días y continuarán mientras se mantenga la amenaza en las zonas productivas. La Secretaría estatal ha hecho un llamado a los productores para que reporten cualquier indicio de plaga y colaboren con las brigadas de atención, a fin de actuar de manera rápida y coordinada. Además, se están evaluando posibles apoyos para los agricultores que lleguen a registrar pérdidas parciales, aunque hasta el momento no se ha declarado emergencia agrícola.
La importancia de este esfuerzo radica en que el frijol es uno de los cultivos de mayor peso económico y alimentario en la región. Una buena cosecha durante el ciclo agrícola 2025 es clave para garantizar el abastecimiento local y mantener la estabilidad en los precios del grano. Por ello, se insiste en reforzar las labores preventivas y continuar con el monitoreo técnico. Las autoridades confían en que la intervención oportuna evitará daños mayores y permitirá alcanzar una producción favorable a pesar del desafío que representa esta plaga en el presente ciclo agrícola.