Ante el próximo inicio de la construcción de la Presa Tunal II, empresarios del sector buscan mecanismos para no quedar fuera del proyecto. Francisco Salazar, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Durango, informó que los constructores locales analizan la posibilidad de reactivar un consorcio previamente integrado para obras hidráulicas de gran escala.
El consorcio fue formado años atrás con la intención de participar en proyectos federales, pero no llegó a operar ante la cancelación de obras previstas en ese momento. Ahora, con la Presa Tunal II en el horizonte, podría ser la vía para competir en igualdad de condiciones frente a empresas foráneas con mayor capital o experiencia en licitaciones de infraestructura mayor.
Salazar señaló que si la licitación queda fuera del alcance del sector local, buscarán insertarse en el proyecto mediante esquemas de proveeduría o subcontratación. La meta es asegurar que una parte del presupuesto federal destinado a la presa se quede en la economía regional.
El dirigente de la CMIC explicó que el tamaño del proyecto y los requisitos técnicos lo colocan en una categoría poco habitual para las constructoras de la entidad. Sin embargo, insistió en que existen capacidades técnicas y mano de obra calificada que pueden integrarse a diferentes etapas del desarrollo de la obra.
Hasta ahora, no se ha definido de forma oficial si la construcción será ejecutada directamente por la federación, una empresa asignada de forma directa o mediante licitación abierta. La CMIC espera tener claridad sobre el proceso para poder presentar propuestas concretas.
El sector constructor local enfrenta un entorno complicado, con baja inversión pública y competencia desigual. Por ello, la posibilidad de participar en obras estratégicas como la Presa Tunal II representa no solo una oportunidad económica, sino una forma de retener empleos y fortalecer la cadena productiva local.