Al 9 de abril de 2025, se han registrado 710 casos de infestación por gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) en territorio nacional, encendiendo las alarmas entre las autoridades sanitarias y el sector ganadero. Esta plaga, erradicada en México desde 1991, ha resurgido, representando una amenaza significativa para la producción pecuaria nacional.
El gusano barrenador es una larva de mosca que deposita sus huevos en heridas abiertas de animales de sangre caliente. Al eclosionar, las larvas se alimentan del tejido vivo, causando miasis, una condición dolorosa que puede ser fatal si no se trata adecuadamente.
Rogelio Soto, presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango, enfatizó que, a diferencia de enfermedades como la tuberculosis, los animales infestados no deben ser sacrificados. "Un animal con este gusano no es sinónimo de que vaya a contagiar o morir; es la mosca quien hace esta función", explicó Soto. Además, aclaró que no se requiere cuarentena para los animales afectados.
Las autoridades han implementado protocolos de vigilancia y control en todo el estado, incluyendo la distribución de moscas estériles y la intensificación de la vigilancia epidemiológica . Se insta a los ganaderos a revisar diariamente a sus animales, especialmente aquellos con heridas recientes, y a reportar cualquier sospecha de infestación al SENASICA.
La situación ha tenido repercusiones económicas significativas. En 2024, Estados Unidos suspendió temporalmente las importaciones de ganado mexicano debido a la detección de miasis bovina, afectando a más de 240,000 cabezas de ganado detenidas en la frontera . Aunque las exportaciones se han reanudado con medidas de control más estrictas, el sector ganadero continúa enfrentando desafíos considerables.
La cooperación entre ganaderos y autoridades es crucial para contener la propagación del gusano barrenador y proteger la industria ganadera de Durango y del país.
