En Durango, la contaminación del aire, la escasez de áreas verdes y la mala gestión del agua son problemáticas que impactan directamente en el desarrollo y bienestar de la infancia. En este contexto, el regidor capitalino Alfredo Varela, de Movimiento Ciudadano, hizo un enérgico llamado a las autoridades y a la sociedad para tomar acciones concretas que garanticen un entorno sano para niñas y niños.
En el marco del Día del Niño, Varela subrayó que cuidar el medio ambiente es una forma directa de proteger a las nuevas generaciones. "El cuidado del medio ambiente no es un tema opcional, es una deuda urgente con las niñas y los niños de Durango. Si queremos infancias sanas, necesitamos espacios públicos seguros, aire limpio y agua garantizada", expresó.
Desde su posición en el Cabildo, Varela ha impulsado una agenda enfocada en la sostenibilidad y la justicia ambiental, con propuestas como la creación de más pulmones verdes, reforestación con especies nativas, recuperación de áreas naturales y fortalecimiento de la educación ambiental desde los niveles escolares básicos.
Asimismo, propuso la construcción de parques ecológicos enfocados en la niñez, con espacios de recreación, educación y convivencia comunitaria que además ayuden a combatir los efectos del cambio climático a nivel local.
Varela también alertó sobre la urgencia de modernizar la infraestructura hídrica y aprovechar de mejor manera el agua de lluvia, especialmente en colonias vulnerables, donde el acceso al agua es cada vez más incierto. "Es momento de invertir en el futuro y pensar en una ciudad resiliente, donde cada niño y niña tenga garantizado su derecho a un entorno sano", dijo.
Finalmente, señaló que el Día del Niño debe ir más allá de celebraciones simbólicas y convertirse en una fecha de reflexión y acción real. "Lo que sembramos hoy?políticas sostenibles, árboles, conciencia ambiental?es lo que heredaremos a quienes hoy están en las aulas, en los parques y en nuestros hogares", concluyó.
Varela reiteró su compromiso con una ciudad más verde, justa y habitable para todos, comenzando por quienes más merecen nuestro cuidado: la niñez duranguense.