La tranquilidad con la que los clientes recorren los pasillos de las tiendas Waldo's en Durango podría esconder una vulnerabilidad. Las luces brillantes y los productos ordenados no son garantía de seguridad, tras descubrirse que varios de estos establecimientos operan con un salvavidas vencido: sus dictámenes de Protección Civil.
El director municipal de Protección Civil, Gustavo Paredes, fue el encargado de dar la voz de alarma. Informó que durante una ronda de revisiones se detectó que varias sucursales de la conocida cadena de tiendas de conveniencia carecían del documento legal más importante para su operación: el dictamen de seguridad actualizado.
Ante esta irregularidad, la dependencia municipal ha decidido otorgar un plazo perentorio de siete días hábiles para que todos los establecimientos de la cadena en el municipio regularicen su situación. La notificación se realizó de manera formal y directa a cada uno de los negocios, dejando claro el requerimiento.
Aunque el funcionario intentó restar gravedad al calificar el incumplimiento como un simple "descuido de un par de días", la advertencia que acompañó sus palabras fue contundente. De no presentar la documentación en regla dentro del plazo establecido, las tiendas infractoras se enfrentarán a sanciones económicas cuyo monto no se especificó, pero que se aplicarán sin excepción.
Este ultimátum coloca a la empresa frente a una disyuntiva inmediata. Deberá movilizar sus recursos para asegurar que cada una de sus sucursales cumpla con todos los protocolos de seguridad exigidos por la ley, desde las instalaciones eléctricas hasta las salidas de emergencia.
La medida busca, sobre todo, garantizar la integridad de los cientos de ciudadanos que diariamente confluyen en estos comercios. El reloj está en marcha. En una semana, Durango sabrá si la comodidad de comprar en un Waldo's va de la mano con la certeza de estar en un lugar seguro, o si el riesgo, por un descuido administrativo, seguirá presente entre las góndolas.