El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció oficialmente la designación de seis cárteles mexicanos y dos pandillas sudamericanas como organizaciones terroristas internacionales. La medida, que ha generado diversas reacciones, podría tener implicaciones en la cooperación bilateral en materia de seguridad y comercio.
Ante esta decisión, el regidor Jorge Silverio calificó como una exageración las declaraciones del expresidente Donald Trump, quien ha señalado a México como un país terrorista. Silverio argumentó que, de ser así, las relaciones comerciales con Estados Unidos se verían afectadas, lo que impactaría directamente en la economía de ambos países.
El regidor también señaló que algunos estados de la República han sido considerados como zonas de alto riesgo debido a la presencia del crimen organizado, y advirtió que Durango podría ser incluido en esta lista si no se refuerzan las estrategias de seguridad.
La designación de estas organizaciones como terroristas permite a Estados Unidos aplicar sanciones más severas, incluyendo la confiscación de activos y la persecución de sus miembros bajo leyes antiterroristas. También abre la posibilidad de una mayor intervención en territorio mexicano bajo el argumento de la lucha contra el terrorismo.
El gobierno mexicano ha expresado su rechazo a esta clasificación, argumentando que el crimen organizado es un problema de seguridad interna y que se deben fortalecer los mecanismos de cooperación sin afectar la soberanía nacional.
La medida ha generado incertidumbre sobre el futuro de la relación entre ambos países, especialmente en temas de seguridad, migración y comercio. Mientras tanto, las autoridades locales en México observan con preocupación el impacto que esta designación podría tener en sus entidades.