La salud infantil en Durango enfrenta nuevos y preocupantes desafíos: desnutrición severa y un aumento en los trastornos del neurodesarrollo. Así lo reveló Alejandro Villarreal Martínez, encargado de la Dirección del Hospital Municipal 460, quien explicó que a pocos meses de haberse reubicado, han notado un cambio drástico en los padecimientos que atienden diariamente.
En su anterior ubicación, el hospital atendía mayormente casos de obesidad y sobrepeso infantil. Hoy, en la nueva sede, han comenzado a detectar padecimientos que antes eran inusuales. "En siete años, veíamos uno o dos niños con desnutrición al año. Ahora, en menos de una semana, ya tenemos dos hospitalizados por complicaciones graves derivadas de la desnutrición", detalló Villarreal Martínez.
Este fenómeno, explicó, se debe a que el nuevo hospital se encuentra más cerca de comunidades en condiciones de vulnerabilidad, donde el acceso a una alimentación adecuada y a servicios médicos especializados ha sido limitado históricamente. "Podrán decir que está lejos para algunos, pero para quienes viven en los márgenes de la ciudad, este hospital representa una oportunidad que antes no existía", afirmó.
Además de la desnutrición, el hospital ha detectado un incremento en problemas de salud mental y trastornos del neurodesarrollo como el autismo, la depresión y la ansiedad, es por eso que se ha fortalecido el equipo médico con especialistas en psiquiatría infantil, neuropediatría y terapia de rehabilitación neurosensorial.
"Estamos ya implementando un programa integral para atender a niños con alteraciones del neurodesarrollo, lo cual es crucial para mejorar su calidad de vida", explicó el encargado del hospital.
Con más de 160 consultas al día y una demanda creciente, el Hospital del Niño trabaja contra reloj para adaptarse a esta nueva realidad. La crisis de salud infantil ya no se limita a enfermedades comunes: ahora es también una lucha contra el hambre, el abandono y la falta de atención emocional.