El estado de Durango enfrenta una grave crisis ambiental al posicionarse como la segunda entidad con mayor número de incendios forestales en México, con más de 400 siniestros registrados hasta el 13 de junio de 2024. Estas conflagraciones han consumido aproximadamente 118,000 hectáreas de bosques y pastizales, según reportes oficiales de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).
Los municipios más afectados son Mezquital, Tamazula y Tepehuanes, donde las llamas han arrasado con extensas áreas de vegetación. Las autoridades identificaron que las principales causas de estos incendios son las actividades agrícolas mal gestionadas y las prácticas tradicionales de las comunidades rurales, como la quema de pastizales para preparar terrenos de cultivo, que en esta temporada de calor extremo se salen de control.
Personal especializado de CONAFOR, Protección Civil estatal y brigadistas locales trabajan contrarreloj para controlar los focos de incendio activos. Las labores se complican por las condiciones climáticas adversas -altas temperaturas, baja humedad y fuertes vientos- que favorecen la rápida propagación del fuego. Aunque no se reportan víctimas humanas, el daño ecológico es considerable, afectando la biodiversidad y los recursos forestales de la entidad.
Durango solo es superado por Chihuahua en esta trágica estadística nacional. El gobierno estatal ha implementado operativos especiales de vigilancia en zonas de riesgo y campañas de concientización entre las comunidades rurales para prevenir nuevas conflagraciones. Sin embargo, la magnitud del problema requiere mayores recursos y coordinación con las autoridades federales.
Esta situación crítica evidencia la urgente necesidad de modernizar las prácticas agrícolas en la región, implementar sistemas de alerta temprana y fortalecer los programas de educación ambiental. Los incendios no solo representan una pérdida invaluable de recursos naturales, sino que también comprometen la calidad del aire y aumentan la vulnerabilidad del territorio ante la erosión y desertificación.
Mientras las autoridades continúan combatiendo las llamas, la población debe extremar precauciones y reportar inmediatamente cualquier conato de incendio al 911. La temporada crítica apenas comienza y se prevé que las condiciones para la propagación de incendios persistan durante las próximas semanas, lo que hace indispensable la colaboración de todos los sectores para proteger el patrimonio forestal duranguense.