Durango enfrentará en 2026 una ola de nuevos impuestos

El próximo año, los duranguenses podrían enfrentarse a una verdadera "oleada" fiscal: se contempla la aplicación de 26 nuevos impuestos, entre ellos gravámenes más altos a bebidas azucaradas, tabaco, servicios digitales y actividades específicas. Estas medidas llegan en un momento crítico para los hogares, pues el Paquete Económico 2026 anticipa un incremento de más de mil millones de pesos al gasto estatal, presionando a la administración a reforzar su recaudación para cubrir compromisos operativos y de infraestructura.

De acuerdo con la Ley de Hacienda del Estado, Durango incorporará impuestos ecológicos por emisiones contaminantes, depósito de materiales, residuos sólidos y restauración ambiental, además de mantener contribuciones como el impuesto sobre nómina del 3 % más un 40 % destinado a programas educativos. La combinación de nuevos gravámenes y ajustes a los ya existentes marcará un cambio significativo en la estructura fiscal para el siguiente año.

El impacto podría sentirse de inmediato: incrementos en productos de consumo diario, aumentos en los costos operativos de comercios y presión adicional para las empresas que ya operan con márgenes reducidos. Aun cuando la recaudación busca fortalecer obras, servicios y programas, una carga tributaria más alta en un contexto de inflación persistente podría generar efectos secundarios en la economía local, como encarecimiento de servicios y menor dinamismo comercial.

Con un paquete fiscal más robusto y la incorporación de nuevos impuestos, Durango entra a un 2026 decisivo: el reto será lograr que la recaudación no se traduzca en mayor desigualdad económica ni en un deterioro del poder adquisitivo de las familias. La pregunta que queda en el aire es si este nuevo esquema tributario impulsará el desarrollo o abrirá un año de mayor tensión financiera para el estado.