Durango registra deflación mensual y destaca frente a inflación nacional persistente

Un inusual fenómeno de calma económica se registró en Durango durante noviembre, cuando los precios no solo dejaron de subir, sino que incluso cedieron un poco, posicionando al estado como un oasis de estabilidad en un país donde la inflación sigue siendo un fantasma persistente. Mientras a nivel nacional la batalla contra el alza de precios continúa, la entidad duranguense logró una deflación mensual, un evento poco común que ofrece un respiro, aunque ligero, a los bolsillos familiares.

Durango registró una deflación del -0.05% durante noviembre de 2025, una caída generalizada y sostenida en los precios que solo fue superada por el estado de Quintana Roo. Este dato coloca a la entidad muy por debajo de la media nacional, donde la inflación anual se ubicó en 3.80%, continuando así una lenta pero esperanzadora desaceleración desde el 4.76% reportado en octubre de 2024.

Este comportamiento local contrasta con las tendencias nacionales, donde algunos productos y servicios siguen presionando al alza. A nivel país, los principales incrementos se registraron en rubros ineludibles: la electricidad, el transporte colectivo y el jitomate. Estos aumentos golpean directamente el gasto cotidiano de las familias, especialmente de los sectores más vulnerables.

Paralelamente, algunos productos específicos ofrecieron un alivio. A nivel nacional, bajaron de precio el vino, el aguacate y la papa, lo que ayudó a moderar el promedio general. Sin embargo, esta noticia positiva para el consumidor se ve matizada por un indicador de fondo más preocupante: la inflación subyacente, que excluye productos volátiles como los alimentos frescos y la energía, se mantuvo alta en 4.43%.

Esta inflación subyacente persistente indica que las presiones de precios en servicios y mercancías básicas, que son el núcleo de la economía familiar, no han cedido. En Durango, el logro de una deflación mensual es un dato alentador, pero frágil. Su sostenibilidad dependerá de que los factores que impulsan la inflación subyacente a nivel nacional no terminen por filtrarse y erosionar esta inusual y bienvenida estabilidad en los precios locales.