En Durango se logró legislar el acoso callejero con el objetivo de prevenir conductas como los piropos, comentarios ofensivos o tocamientos hacia las mujeres en la vía pública. Con esta reforma, se busca garantizar entornos más seguros y libres de violencia, informó la diputada Sughey Torres.
La legisladora destacó que esta medida se aprobó en el marco del mes para la erradicación de la violencia contra la mujer, y representa un paso importante para proteger la integridad y la dignidad de las duranguenses en los espacios públicos.
Torres explicó que antes de su aprobación, la iniciativa fue ampliamente debatida en el pleno del Congreso del Estado, ya que algunos diputados expresaron dudas sobre la forma de comprobar el acoso callejero. Entre las alternativas que se consideraron para sustentar una denuncia se encuentran grabaciones con teléfonos celulares o las imágenes captadas por cámaras de seguridad instaladas en la vía pública o en establecimientos cercanos.
De acuerdo con la reforma aprobada, las penas por acoso callejero irán de dos a cinco años de prisión, además de multas que pueden variar entre tres y 216 Unidades de Medida y Actualización (UMAS), según la gravedad de la conducta.
"Esta legislación responde a una exigencia social. Las mujeres deben poder caminar con tranquilidad, sin miedo a ser acosadas o violentadas en los espacios públicos", señaló la diputada.
La iniciativa, agregó, se suma a las acciones que el Congreso local impulsa para prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género, y busca además promover un cambio cultural que fomente el respeto y la convivencia sana entre hombres y mujeres.
Con esta decisión, Durango se incorpora a las entidades del país que han tipificado el acoso callejero como delito, estableciendo sanciones claras y mecanismos de denuncia para combatir una práctica que durante años fue normalizada en la sociedad.