La exposición prolongada a olas de calor puede acelerar los procesos de envejecimiento en el cuerpo humano, según un estudio publicado en la revista científica Nature Climate Change.
El equipo internacional de investigadores encontró que las altas temperaturas, cada vez más frecuentes y prolongadas debido al cambio climático, no solo aumentan el riesgo de deshidratación, golpes de calor y enfermedades cardiovasculares, sino que también afectan a nivel celular y molecular, provocando un deterioro más rápido en funciones vitales.
Los científicos identificaron que la exposición repetida al calor extremo incrementa el estrés oxidativo, un fenómeno que daña el ADN y acelera la degeneración de tejidos. Además, observaron una disminución en la capacidad del organismo para reparar células, lo que se traduce en un envejecimiento biológico prematuro.
"El calor crónico no solo impacta la salud inmediata de las personas; nuestros hallazgos muestran que también acorta la vida útil de las células, acelerando la edad biológica", explicó uno de los autores del estudio.
El informe advierte que este fenómeno podría profundizar las desigualdades sociales, ya que las poblaciones más vulnerables, como adultos mayores, niños y trabajadores al aire libre son los más expuestos y las que cuentan con menos recursos para protegerse.
En un contexto donde 2025 se perfila como uno de los años más cálidos jamás registrados, los investigadores subrayan la necesidad urgente de políticas públicas que garanticen acceso a refugios climáticos, mejor infraestructura urbana y medidas de prevención sanitaria frente al calor extremo.
La investigación se suma a una creciente evidencia científica que alerta sobre los efectos a largo plazo del cambio climático en la salud humana, dejando claro que el impacto va más allá de fenómenos meteorológicos extremos: también compromete la calidad y la duración de la vida.