En Durango, las mesas se llenan de colores y aromas con el pozole, los tamales, el menudo y los antojitos que marcan las fiestas patrias. La comida mexicana es el corazón de la celebración, un símbolo de identidad y unión familiar que cada septiembre cobra protagonismo.
Sin embargo, este 2025, la tradición llega acompañada de un costo que muchas familias resienten. Preparar una cena patria para cinco personas puede superar los 800 a 1,000 pesos, considerando carne, maíz, chiles, verduras y guarniciones. Para quienes prefieren salir a restaurantes, un solo plato de pozole ronda en promedio los 110 pesos, lo que convierte la velada en un lujo poco accesible.
El contraste es evidente si se compara con el bolsillo: el ingreso mensual promedio de un trabajador en Durango es de alrededor de 8,500 pesos, lo que significa que una sola cena puede representar casi el 12% del salario de todo un mes.
Las diferencias se notan: mientras algunos hogares disfrutan sin restricciones, otros deben ajustar su mesa y reducir la variedad de platillos para no rebasar el presupuesto. El aumento en el precio de la canasta básica y de productos clave como la carne y el maíz ha marcado la pauta en este septiembre.
La celebración sigue siendo un momento de encuentro, pero también refleja la realidad económica de muchos duranguenses. El patriotismo se vive con sabor, aunque cada vez cueste más mantener viva la tradición en la mesa.