En la ciudad de Durango, el verde escasea. A pesar de contar con más de 400 espacios destinados a áreas verdes, la capital apenas alcanza los 6.2 metros cuadrados por habitante, muy por debajo de los 9 a 11 m² recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Esta carencia se suma a las crecientes quejas ciudadanas por el abandono, la falta de mantenimiento y la ineficiencia en el cuidado de parques y camellones.
El problema no es nuevo, pero se ha agravado. De acuerdo con la Subdirección de Áreas Verdes del municipio, existen poco más de 160 hectáreas urbanas que requieren riego, poda y limpieza de forma constante. Sin embargo, el personal operativo apenas supera los 80 trabajadores, lo cual resulta insuficiente para cubrir la demanda de más de 400 espacios distribuidos por toda la ciudad.
La situación ha provocado el malestar de comerciantes y vecinos, especialmente en parques icónicos como el Guadiana, donde la iluminación, la limpieza y el estado del lago de los patos han sido motivo de crítica constante.
Pese al panorama adverso, el Ayuntamiento de Durango asegura que se han puesto en marcha estrategias para revertir la situación. Entre ellas, destaca el programa de adopción de áreas verdes por parte de empresas, escuelas o asociaciones civiles. No obstante, apenas cuatro espacios han sido adoptados formalmente.
En este contexto, Meganoticias solicitó entrevista con el director de Servicios Públicos Municipales, Gerardo Solís, para conocer su postura y los planes concretos para atender la problemática. Sin embargo, pese a múltiples intentos de contacto, el funcionario no accedió a dar declaraciones.
Hoy, más que una tarea estética, recuperar los espacios verdes de la ciudad es una necesidad ambiental, social y de salud pública. Pero hasta ahora, los pasos dados por el municipio han sido lentos y con poco eco entre la ciudadanía. Mientras tanto, los parques se marchitan y con ellos, la calidad de vida de quienes los necesitan.