En Durango, apenas 5% de las viviendas y 2.5% de las empresas cuentan con algún tipo de seguro, de acuerdo con Mónica Gutiérrez, coordinadora de Comisiones del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
La representante empresarial explicó que esta baja cobertura refleja la débil cultura de prevención financiera en la entidad, particularmente ante desastres naturales y siniestros accidentales. "Los seguros no son vistos como una necesidad, pero los riesgos están presentes todos los días", señaló.
De acuerdo con la información del CCE, los propietarios que cuentan con una póliza suelen presentar reclamaciones relacionadas con inundaciones y roturas de tuberías, especialmente por las lluvias intensas registradas recientemente en la capital.
Gutiérrez advirtió que los riesgos no se limitan a fenómenos naturales. Recordó casos en los que explosiones en domicilios han afectado viviendas y vehículos cercanos, lo que obliga al dueño del inmueble donde se originó el siniestro a hacerse responsable de los daños a terceros. "Un seguro no solo protege al propietario, también garantiza una respuesta inmediata para cubrir los perjuicios ocasionados a otras personas", afirmó.
El sector empresarial, dijo, enfrenta una vulnerabilidad mayor, pues la cobertura actual es mínima. Esto expone a negocios pequeños y medianos a pérdidas irreparables en caso de incendios, robos, accidentes o desastres.
Desde el CCE, se impulsa una campaña para sensibilizar a ciudadanos y empresarios sobre la importancia de asegurar tanto viviendas como establecimientos. La intención es que la contratación de seguros sea vista como una inversión y no como un gasto extra.
La coordinadora agregó que, en el contexto de lluvias, incendios urbanos y fenómenos como descargas eléctricas, es urgente cambiar la percepción sobre estos instrumentos de protección. "No se trata de prever lo peor, sino de estar preparados para responder de forma inmediata y no quedar en la indefensión", concluyó.