Durante la mañana del sábado, las autoridades del estado de Durango confirmaron el hallazgo del cuerpo sin vida de un periodista identificado como Miguel Ángel Beltrán Martínez, de 60 años de edad. El hecho ocurrió a la altura del kilómetro 30 de la carretera libre a Mazatlán, en el paraje conocido como Río Chico. La víctima, originaria de la ciudad de Durango, fue localizada en un área despoblada, donde también se encontró un mensaje, lo que ha llevado a las autoridades a considerar la posibilidad de que el crimen esté relacionado con su labor como comunicador y con publicaciones que realizaba en redes sociales.
El hallazgo fue reportado por automovilistas que transitaban por la zona alrededor del amanecer, quienes alertaron a las corporaciones de seguridad sobre la presencia de una persona inconsciente a un costado de la vía. Elementos de la Policía Investigadora y peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) acudieron al sitio para realizar las diligencias correspondientes. Tras el levantamiento del cuerpo, se confirmó que se trataba de un hombre que presentaba signos de violencia.
Más tarde, uno de los hijos del fallecido acudió al Servicio Médico Forense, donde realizó el reconocimiento oficial del cuerpo. En su declaración, informó que su padre era conocido en redes sociales bajo los nombres "Capo" en TikTok y "@lagazzetadgo" en Facebook, plataformas donde publicaba videos y comentarios sobre temas de interés general, deportivos y sociales. Señaló también que la última vez que tuvo contacto con él fue el jueves por la mañana, cuando ambos salieron de su domicilio para dirigirse a sus trabajos, sin volver a tener noticias hasta que se le notificó el deceso.
Miguel Ángel Beltrán había trabajado años atrás como cronista deportivo y reportero de nota roja en medios locales, además de desempeñarse como vocero del magisterio antes de dedicarse a sus proyectos digitales. Su trayectoria era conocida en distintos círculos de comunicación y educación en Durango.
La Fiscalía General del Estado informó que ya se abrió una carpeta de investigación para esclarecer los hechos, identificando las posibles líneas de móvil, entre ellas su actividad en redes sociales. Se espera que en los próximos días se amplíen los peritajes y declaraciones para determinar con precisión las circunstancias del homicidio.
El caso ha causado consternación entre comunicadores y ciudadanos, quienes exigen justicia y protección para quienes ejercen la labor informativa en la entidad, ante un contexto que sigue siendo riesgoso para el periodismo local.