Cada mañana, cientos de estudiantes del ITD luchan contra un transporte público que no respeta sus derechos. Muchos deben pagar tarifas completas a pesar de ser estudiantes, tomar hasta tres camiones diarios y soportar música a alto volumen, acumulando cansancio y estrés antes de llegar a clase.
De acuerdo con la Secretaría de Movilidad y Transportes, la tarifa vigente para estudiantes es de 7 pesos por viaje, es decir, un descuento del 50 % respecto a la tarifa general de 13 pesos. Sin embargo, varios alumnos aseguran que algunos operadores no aceptan la credencial escolar como comprobante, sobre todo en fines de semana o periodos vacacionales, obligándolos a pagar la tarifa completa.
En todo el estado de Durango, se estima que más de 23,000 estudiantes dependen del transporte público para llegar a sus instituciones educativas. Según datos del INEGI, el 47.8?% de la población en Durango utiliza camión, taxi o combi como principal medio de transporte al lugar de estudios.
Las denuncias se concentran principalmente entre alumnos del ITD y de otras instituciones que deben desplazarse desde colonias alejadas, tomando más de una unidad para llegar a clases. "Hay días que gasto más de lo que debería solo en camiones", expresan los inconformes, quienes señalan que el problema se agrava porque los recorridos son largos, las unidades van llenas y el ambiente dentro del transporte suele ser incómodo.
Además del cobro indebido, los estudiantes critican la falta de respeto y empatía por parte de algunos choferes, quienes reproducen música a un volumen excesivo o conducen de manera imprudente. Esto, comentan, afecta especialmente a quienes viajan temprano o regresan tarde, muchas veces cansados o estresados por la carga académica.
La Subsecretaría de Movilidad ha reiterado que la credencial emitida por las instituciones educativas es válida para acceder al descuento, y que se trabaja en la implementación de una credencial con código QR que permita verificar en tiempo real la condición de estudiante, con el fin de evitar malentendidos y garantizar el beneficio en todas las rutas.
El traslado diario para cientos de jóvenes en Durango no solo implica madrugar y coordinar horarios, sino también sortear un sistema de transporte que no siempre cumple con lo establecido por ley. Mientras las autoridades trabajan en nuevos mecanismos de control, muchos estudiantes siguen pagando más de lo que deberían, entre el ruido de la música, el cansancio y la urgencia por llegar a tiempo a sus clases.