Meses atrás, el director del Instituto Tecnológico de Durango, Guillermo De Anda, informó que se buscaba la manera de condonar las inscripciones de licenciatura e ingeniería, siguiendo el decreto federal de gratuidad anunciado por la presidencia de la República. Sin embargo, según explicó el propio director, hasta el momento no se ha logrado avanzar en ese objetivo y la institución mantiene las cuotas vigentes.
Actualmente, estudiar en el Instituto Tecnológico de Durango representa un gasto aproximado de 52 mil pesos por una ingeniería y 48 mil por una licenciatura. Estas cifras no incluyen materiales, transporte diario, alimentación o posibles imprevistos relacionados con cada carrera. Esta situación ha obligado a muchos estudiantes a combinar clases con jornadas de trabajo. Tal es el caso de Joseph Olivas, estudiante del ITD, quien expresó que ha tenido que dejar algunas actividades personales para cumplir con su empleo, lo que complica su rendimiento y limita su tiempo libre.
El costo real de mantenerse dentro de la institución va más allá de la inscripción. Los estudiantes destinan entre 3,900 y 6,800 pesos mensuales para cubrir gastos adicionales durante su estancia académica. El gasto más alto corresponde a la alimentación diaria, seguido del transporte. El director señaló que existe un comedor estudiantil que ayuda a reducir los costos, pero aun así los jóvenes deben destinar una parte importante de su presupuesto para poder continuar con su formación.
Además de los gastos básicos, otras actividades académicas elevan aún más el costo total de estudiar. Intercambios estudiantiles por semestre, certificaciones profesionales, congresos y material especializado representan desembolsos que no siempre están contemplados en el presupuesto familiar. A eso se suman las residencias profesionales, como en el caso de Joseph, quien actualmente esta por realizarlas, seguramente donde no podra sin recibir remuneración económica y probablemente únicamente pueda trabajar algunos fines de semana para complementar sus ingresos.
Finalmente, una carrera completa en el Instituto Tecnológico de Durango implica una inversión considerable. A ello se añade el costo del proceso de titulación y la obtención de la cédula profesional como gastos finales. No obstante, el costo también incluye un factor poco visible: los sacrificios personales. Jóvenes como Joseph deben dejar de lado reuniones familiares, actividades recreativas o convivencias con amigos para cumplir con las exigencias académicas y laborales que demanda su formación.
Así, la pregunta sobre cuánto cuesta estudiar revela que la educación implica un esfuerzo económico, de tiempo y de renuncias personales que los estudiantes enfrentan diariamente en Durango.