Ex cuartel Juárez pierde fuerza como centro de abasto en Durango

Durante años, el interior del ex cuartel Juárez fue un punto de encuentro para cientos de familias en Durango, sobre todo provenientes de comunidades rurales, que acudían al lugar en busca de frutas y verduras a bajo costo. El espacio funcionaba como un mercado accesible y con amplia oferta, lo que lo convirtió en un sitio concurrido para el consumo popular.

Hoy el panorama es distinto. La actividad comercial ha disminuido de forma significativa y gran parte de los locales se encuentran cerrados. Muchos comerciantes decidieron bajar la cortina de manera definitiva, ante la falta de clientela y las dificultades para sostener sus negocios.

En el inmueble sobreviven algunos giros: puestos de comida que mantienen cierta afluencia, una estética, florerías y una carnicería. Sin embargo, la vocación de mercado que caracterizó al ex cuartel Juárez prácticamente se ha desvanecido. La imagen actual es la de pasillos vacíos y negocios cerrados, lo que contrasta con el movimiento que registraba en sus mejores años.

Locatarios que permanecen en el lugar señalan que uno de los principales problemas ha sido la competencia de centros comerciales y tianguis que ofrecen productos similares en distintas zonas de la ciudad. A ello se suma el deterioro de las instalaciones, la falta de mantenimiento y la ausencia de programas que impulsen la reactivación del espacio.

El ex cuartel Juárez, además de su función como centro de consumo, es un inmueble con valor histórico y simbólico para la ciudad. Su uso como mercado representó una manera de darle vida a un edificio que formó parte de la vida militar del estado. Hoy, con la disminución de su actividad, se abre el debate sobre su futuro y sobre qué alternativas pueden implementarse para rescatarlo.

Por ahora, los pocos negocios que siguen abiertos resisten con clientelas reducidas. El espacio, que en su momento fue referente del comercio local, atraviesa un periodo de incertidumbre en el que se define si podrá recuperarse o si quedará como un recinto semivacío en el corazón de Durango.