El caso de un perro que fue atropellado en el bulevar de la ciudad y que se volvió viral en redes sociales ha encendido nuevamente la discusión sobre la crueldad animal y la falta de responsabilidad en estos casos. Ante la indignación de la ciudadanía, autoridades locales informaron que ya se encuentran tomando medidas, tanto para apoyar al animal lesionado como para reforzar la cultura del respeto hacia los animales.
Los primeros en responder fueron un grupo de jóvenes que, al presenciar el hecho, decidieron rescatar al perro y hacerse cargo de sus gastos médicos. Sin embargo, la situación ha evidenciado la falta de un mecanismo institucional claro que se active automáticamente ante casos de crueldad animal.
"Tenemos que tener muy claro que hay condiciones de crueldad que se deben valorar. En este caso, ya estamos en contacto con la empresa Red Ambiental para que se haga responsable de los gastos, porque fueron los jóvenes rescatistas quienes asumieron los costos del tratamiento veterinario", señalaron autoridades municipales.
También se informó que el Ayuntamiento ya está en comunicación directa con veterinarios para evitar que, en futuros casos similares, los gastos caigan únicamente sobre los ciudadanos que auxilian a los animales.
"Cuando haya un acto de crueldad, tiene que haber una respuesta institucional. Y desafortunadamente, lo que también tenemos que hacer es incrementar las sanciones por maltrato y crueldad. No podemos seguir permitiendo este tipo de hechos sin consecuencias", se enfatizó.
Además de endurecer las sanciones, se subrayó la importancia de continuar con las campañas de esterilización y adopción, como una forma de reducir la población de animales en situación de calle y prevenir futuros actos de maltrato.
Este lamentable caso reabre el debate sobre la protección animal en Durango y la necesidad urgente de una legislación más estricta que castigue con firmeza la crueldad y fomente una cultura de empatía y responsabilidad.
