La Cruz Roja Mexicana delegación Durango reportó un fin de semana con alta demanda de atención prehospitalaria. Entre el viernes y el domingo, se registraron 116 servicios de emergencia en distintos puntos de la ciudad, reflejando un repunte en incidentes viales, riñas y situaciones médicas.
Del total, 10 fueron choques vehiculares, algunos con personas lesionadas que requirieron traslado a hospitales. También se atendieron 6 accidentes relacionados con motocicletas, un tipo de incidente que ha mantenido una tendencia constante en las últimas semanas. En estos casos, la mayoría de los lesionados no portaban equipo de protección.
Además, se reportaron 2 atropellamientos. En ambos eventos, las víctimas fueron estabilizadas en el lugar y trasladadas a centros médicos para valoración. No se detalló si los responsables permanecieron en el sitio o huyeron.
Uno de los datos que más llamó la atención fue la atención a 17 personas lesionadas tras participar en riñas. Estos hechos ocurrieron principalmente durante la noche y en zonas donde suelen concentrarse reuniones sociales, de acuerdo con personal de emergencias.
También se brindaron 30 servicios por enfermedades, muchos de ellos relacionados con descompensaciones, padecimientos respiratorios y crisis hipertensivas. Aunque no todos los casos requirieron traslado, el número refleja la carga que representa para los equipos de emergencia la atención médica no vinculada a accidentes.
Otros 14 servicios fueron por caídas a nivel del suelo, principalmente en personas adultas mayores o en condiciones de riesgo. Estas caídas, aunque no graves en todos los casos, suelen representar un riesgo importante por fracturas o lesiones que requieren tratamiento especializado.
La Cruz Roja reiteró el llamado a la ciudadanía para actuar con precaución, evitar el exceso de velocidad, conducir con responsabilidad, y no involucrarse en situaciones de violencia que puedan escalar. También se recomendó tomar precauciones en casa para prevenir caídas, así como atender oportunamente cualquier malestar físico antes de que derive en una emergencia.