El cierre de la frontera de Estados Unidos para la exportación de ganado afecta a 44 mil productores en la entidad, informó el presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango, Rogelio Soto Ochoa. Señaló que, aunque el primer caso de gusano barrenador en el país se detectó hace un año, aún no se ha logrado frenar el ingreso de bovinos por la frontera sur, lo que mantiene la alerta sanitaria y las restricciones comerciales.
El dirigente indicó que el ciclo concluyó con pérdidas económicas por 2 mil 500 millones de pesos, derivadas de la imposibilidad de exportar unas 20 mil reses entre septiembre y noviembre de 2025. Explicó que el mercado estadounidense es clave para la ganadería local y que la suspensión ha afectado directamente el flujo financiero de pequeños y medianos productores.
Como consecuencia del cierre, el ganado de Durango se comercializa actualmente 40 por ciento por debajo del precio real de mercado. Soto Ochoa advirtió que esta depreciación no solo reduce ingresos, sino que compromete la capacidad de los productores para sostener la alimentación, manejo y sanidad del hato.
El presidente de la Unión Ganadera reiteró que el sector necesita una estrategia más efectiva para contener la plaga y acelerar el restablecimiento del estatus sanitario. Añadió que también se requiere mayor coordinación entre autoridades y productores en los puntos de movilización del sur del país, donde persiste el riesgo de ingreso de animales infectados.
Informó que el organismo continuará insistiendo ante instancias federales para que se fortalezcan los programas de vigilancia, control y erradicación, pues la recuperación del mercado externo es esencial para restablecer precios y reducir el impacto económico que ya resiente el sector ganadero duranguense.