Frente frío golpea a adultos mayores vulnerables en colonias populares

El manto gélido del invierno ha comenzado a cubrir Durango con una severidad que promete intensificarse, convirtiendo la vida cotidiana de cientos de adultos mayores en una lucha diaria por mantener el calor corporal. En colonias populares como la PRI, al norponiente de la ciudad, personas como la señora Margarita se enfrentan no solo al frío, sino a la cruda realidad de la vulnerabilidad.

El Servicio Meteorológico Nacional ha pronosticado un frente frío severo para este diciembre de 2025 en Durango, advirtiendo a la población sobre la necesidad de extremar precauciones. Sin embargo, estas recomendaciones suenan a una cruel ironía para quienes, como muchas personas de la tercera edad, habitan en viviendas con techos de lámina, paredes delgadas y ventanas que no logran detener el aire helado que convierte sus hogares en neveras.

El problema se agrava por la falta de recursos básicos. En los asentamientos populares es frecuente que los adultos mayores carezcan de ropa abrigadora suficiente o cobijas en buen estado. La señora Margarita, desde su casa en la colonia PRI, relata la desesperación de tener que "aguantarnos con lo que tenemos" y "las que nos cobijamos", una frase que resume la escasez y la resignación.

Esta exposición constante al frío tiene consecuencias directas en la salud. Las enfermedades respiratorias se disparan durante estas semanas, afectando con mayor crudeza a un sistema inmunológico ya debilitado por la edad. Muchos residentes de estas colonias, cuando el sol lo permite, salen de sus casas para aprovechar los escasos rayos de calor, ya que el interior de sus viviendas es aún más frío que la calle.

Ante esta situación crítica, voces como las de Margarita y su vecina Manuela se alzan para pedir ayuda. Desde la calle Luis Ángel Tejada Espino en la colonia PRI, solicitan a la sociedad en general apoyo con cobijas, ropa abrigadora y despensa para poder sobrellevar de mejor manera una temporada que, para ellos, no es una postal navideña, sino una prueba de supervivencia contra un frío que no perdona.