La Unión Ganadera Regional de Durango alertó sobre el aumento del ingreso de carne magra proveniente de Sudamérica, sin controles efectivos por parte de las autoridades federales. El presidente del organismo, Rogelio Soto Ochoa, aseguró que este tipo de carne ?producida sin engorde con grano? ha llegado al país en volúmenes mayores a los históricos, generando impacto en la economía local y preocupaciones sobre la salud de los consumidores.
Soto Ochoa señaló que, mientras Estados Unidos estableció que para 2025 sólo se permitiría la entrada de 40 mil toneladas de carne brasileña, México ha recibido en los últimos ocho meses el doble de lo que históricamente importaba del mismo país. "Es decir, México no ha puesto un tope a la entrada de productos de países como Brasil y Nicaragua, y esto se hace legalmente a través de un tratado promovido por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, que permite evadir el arancel impuesto por el gobierno de Donald Trump", explicó el dirigente ganadero.
El representante del sector pecuario agregó que la justificación original del tratado fue permitir la entrada de carne "barata y de buena calidad". Sin embargo, advirtió que actualmente el mercado está saturado con estos productos, lo que genera competencia desleal para los productores nacionales y afectaciones económicas significativas para los ganaderos locales.
Soto Ochoa señaló además que la principal empresa autorizada para importar carne de Sudamérica es Sukarne, a la que calificó como con prácticas cuestionables. Según el dirigente, la concentración de la importación en pocas manos amplifica el riesgo de pérdidas económicas para los productores locales y puede implicar problemas de calidad y seguridad sanitaria de los productos que llegan al consumidor.
El presidente de la Unión Ganadera Regional enfatizó la necesidad de que el gobierno federal implemente mecanismos de control más estrictos, que limiten el volumen de importación, verifiquen la calidad del producto y protejan la producción nacional. A su juicio, sin regulaciones claras, los ganaderos locales continuarán enfrentando presión económica y riesgo para la sustentabilidad del sector en Durango.
Con esta situación, los productores buscan generar conciencia sobre la importancia de equilibrar la apertura comercial con la protección de la industria ganadera y la salud de los consumidores en el estado.