En un entorno donde las relaciones comienzan con un "like" y las emociones se expresan con emojis, cada vez más parejas descubren que el amor digital no siempre sobrevive a la convivencia real. En Durango, los divorcios van en aumento, reflejando una tendencia nacional en la que las uniones matrimoniales duran cada vez menos y terminan con mayor frecuencia.
De acuerdo con cifras del Poder Judicial del Estado, durante 2024 se registraron 5,409 juicios de divorcio, siendo el divorcio incausado, también conocido como "exprés", el más común. Este tipo de procedimiento, que permite disolver el matrimonio sin necesidad de argumentar una causa específica, fue elegido por nueve de cada diez parejas. En lo que va de 2025, ya se contabilizan 3,050 divorcios, lo que apunta a una proyección anual similar.
La capital del estado encabeza las estadísticas, con más de 2,000 casos anuales, seguida por Gómez Palacio y Lerdo. Además, en seis de cada diez divorcios se inicia también un proceso por pensión alimenticia, lo que demuestra que la ruptura tiene implicaciones más allá de lo emocional, afectando directamente la economía familiar y el bienestar de los hijos.
Especialistas atribuyen este fenómeno a múltiples causas: matrimonios a edades tempranas, falta de madurez emocional, desempleo, jornadas laborales extensas que dificultan la convivencia y la influencia constante de redes sociales, que promueven comparaciones irreales, celos e inseguridades. En una cultura que idealiza lo inmediato, incluso las relaciones personales parecen volverse desechables.
Hoy, en medio de conexiones digitales constantes, amar también implica aprender a desconectarse del ruido externo para construir vínculos reales. Cada divorcio en Durango no solo es el fin de una historia, sino también un reflejo de cómo se está amando y dejando de amar,en tiempos de inmediatez.