Hoteleros advierten impacto del Presupuesto 2026 en sector turismo

El sector hotelero de Durango alertó que los nuevos impuestos de orden federal contemplados en el Presupuesto 2026 podrían afectar la estabilidad del turismo en la entidad y frenar la recuperación que ha mostrado tras los años de desaceleración económica.

El presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Durango, Jaime Mijares Salum, señaló que las cargas fiscales proyectadas representan un riesgo para la operación de los establecimientos y para la atracción de inversión en el sector. Advirtió que el aumento en los costos derivados de las contribuciones federales reducirá los márgenes de rentabilidad y podría traducirse en ajustes de plantilla o suspensión de proyectos.

Mijares Salum planteó que el Gobierno Federal debería revisar alternativas de ajuste interno antes de trasladar nuevas responsabilidades tributarias a las empresas. Entre las medidas posibles, mencionó la reducción del gasto administrativo y la revisión de estructuras de personal dentro de las dependencias públicas.

El dirigente empresarial subrayó que el turismo ha sido uno de los motores económicos más constantes para Durango, especialmente en rubros como hospedaje, gastronomía y servicios complementarios. Incrementar los costos operativos ?dijo? colocaría a la entidad en desventaja frente a otros destinos nacionales con condiciones fiscales más favorables.

Asimismo, consideró que los cambios fiscales podrían afectar la cadena de valor del turismo local, desde los proveedores de insumos hasta las agencias de viajes y transportistas. "El incremento de impuestos en una etapa de recuperación limita la capacidad de reinversión del sector y desincentiva la formalidad", apuntó.

La Asociación de Hoteles y Moteles anunció que buscará reunirse con representantes del Congreso de la Unión y de la Secretaría de Turismo federal para presentar un análisis técnico del posible impacto del paquete económico. El organismo insistirá en la necesidad de equilibrar las finanzas públicas sin comprometer la competitividad de los destinos que, como Durango, dependen en gran medida de la actividad turística.